 |
Hoy ha sido un día bastante fructífero para mí, en lo que a la escritura se refiere. Me levanté temprano y sobre las nueve de la mañana, que estaba tomándome un café, me dio un punto y tuve que sentarme a escribir. Lo hago de esa manera, porque si dejo pasar tiempo, se me olvida lo que tenía en mente y luego estoy durante un buen rato intentando recordarlo, la mayoría de las veces con poco resultado.
Ahora son las nueve de la noche y aun sigo aquí, en este intervalo de tiempo, por supuesto, he preparado mi almuerzo, recogido la casa y le he dedicado dos horas a una buena amiga que vino a verme. Aveces pienso si vale la pena estar tanto tiempo en esta historia. La respuesta, me la doy yo misma.
Aunque nadie me leyera, aunque el mundo entero pasara de mí, seguiría escribiendo porque es lo que me gusta. Es lo que hace que me levante ilusionada por la mañana ( ojo, entre otras muuuchas cosas ), es lo que hace que me acueste feliz en la madrugada,( es mi hora de dormir ) y es lo que hace también, que a lo largo del día tenga unos momentos sólo para mí y son tan especiales, que no puedo compartirlos con nadie más.
Cuidado!!, eso de nadie más se me escapó, porque usted está ahí, leyendo lo que escribo, usted colabora conmigo y yo le hago partícipe de mi pequeño relato, para bien o para mal, es lo que hay. Muchas gracias, simplemente, amigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Hola, gracias por dejar sus comentarios, prometo contestar a todos. Besos, Maca.