LA MEJOR DE LAS ALEGRÍAS.

Fuimos al zoológico aquella mañana de Diciembre, no se si fue buena idea porque hacía demasiado frío y a mucha gente se le ocurrió la misma idea, pero realmente lo pasamos bien. La caminata  increíble y nos cansamos al máximo, pero el divertimento al estar viendo tantos animales a los que no estábamos acostumbrados, fue realmente fantástico.
                  Sólo estábamos mi novio y yo, viajamos al país hacía ya cinco años por motivos de trabajo y ya estábamos pensando en marcharnos. No terminamos nunca de adaptarnos ni al clima, ni a sus gentes. Veníamos de un lugar en donde era verano practicamente todo el año y llegamos a este país, en donde es invierno casi siempre. Al principio, eso de tener que tener tres o cuatro ropas de abrigo encima para salir a la calle, nos costó, después nos adaptamos, o eso o nos moríamos de frío. Cuando empezó el nuevo año, ya teníamos claro que nos marcharíamos y en Febrero, nos trasladamos a nuestro cálido país.
                    Fue genial, nunca imaginamos que nos sentiríamos tan absolutamente felices de estar de nuevo en casa, no echamos de menos nada de lo que dejamos atrás, pues el reencuentro con todos los nuestros, fue la mejor de las alegrías.