ÉL, LO ERA TODO PARA MÍ.

No se que hacer ni que decir en estos instantes en que siento que la vida y el amor se escapan de mi lado. Él, que lo era todo para mí, en un determinado momento, dejó, simplemente, de existir. Mantuvimos un romance como los de antes, amoroso y apasionadamente intenso. De un día para otro, sin saber porqué ni porque no, desapareció. La rabia fue la primera sensación que tuve. Después llegó una especie de sentimiento negativo y doloroso, que de tan frustrante, llegó a ser algo así como heridas en la piel.
                             Pero como todo desaparece con el tiempo, esto desapareció según fueron pasando los años. Pasó demasiado, demasiado tiempo y el olvido, como tiene que ser, llegó.
                                 Yo, envejecí como tenía que suceder, porque el tiempo no pasa en vano, tiempo por aquí y tiempo por allá, pero lo cierto, es que hay un transcurso, un itinerario, en el que no nos damos cuenta de que somos los protagonistas. Yo, en ese momento, fui la actriz principal. No se si hice un buen papel, lo que si es cierto es que estuve en primera línea durante mucho tiempo.
                                        Hoy día, lo único que pienso, es que lo vivido, ahí queda, sólo para mí, forma parte de mi historia y creo, que con eso....me conformo.