Aquella persona tan absolutamente grosera y agresiva, no era santo de la devoción de nadie. Un camionero, no era tan absolutamente asqueroso como podía serlo esta persona. La gente que lo rodeaba, se alejaba de él, pues no era de buen gusto estar cerca de una persona con tales ambiciones. Y, es que Víctor, a parte de ser envidioso y calculador y de no interesarse en absoluto por el resto de los seres que habitaban el planeta, tenía otro tipo de defectos, como podía ser la falta de cuidados por todo lo que suponía los amigos y la familia.
Cuando conoció a Laura, su pequeño mundo cambió, todo lo que era desinterés y falta de preocupación por los otros, ahora pasó a ser una serie de ideas totalmente nuevas, interesado en cualquier cosa que supusiera novedad, su cariñosa novia, le había supuesto un auténtico cambio de carácter, lo que para la gente que lo rodeaba, era difícil de entender. Aquella persona con una forma de ser tan sumamente arrogante y exigente, ahora, era de lo más agradable y simpático.
Suponía un verdadero cambio en su vida el tener que pensar de aquella forma tan tierna y sensible. A toda la gente que lo conocía, el impacto que le había causado su tremenda transformación, era casi como si de repente se hubiera cambiado por otra persona.
El día en que decidió que ya no quería seguir siendo de aquella manera, no tuvo mucha dificultad en conseguirlo.
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