lunes, 27 de diciembre de 2010

TOTALMENTE INSENSIBLE

            Se cepillaba los dientes mirándose al espejo, no tenía ningún fallo en su boca, la cuidaba con esmero, era pura genética. Toda su familia tenía la misma característica. Cuantas veces acudía al dentista, alababa la precisión de su fantástica dentadura. No era sólo eso, sino que aparte, irradiaba una hermosa sonrisa, que al enseñar toda su perfecta boca, cualquiera quedaba prendado de ella. Alicia era una hermosa mujer, era un dechado de gracia y delicadeza, pero aparte de eso, tenía una personalidad positiva y vehemente. 
                        Pero nadie es perfecto, ella tampoco, carecía de cualquier tipo de sensibilidad y sentimiento, todo lo que fuera emoción y emotividad, no iba con ella. Pocos amigos le duraban mucho tiempo, pues era difícil tener una amiga con la que no puedes contar en los momentos más duros. 
                 Pero cambió radicalmente cuando se enfermó, algo no demasiado grave, pero que la mantuvo en cama casi un mes, en ese tiempo, aprendió a discernir lo que supone ser insensible e indiferente, a la comprensión y emotividad. Agradeció a la enfermedad, el drástico cambio que produjo en su vida.

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