sábado, 23 de octubre de 2010

AQUELLA HISTORIA

                  Mientras lavaba los cacharros, pensaba que iba a hacer de comer ese día. Era un momento para mí, fantástico y decisivo, no era lo mismo hacer un plato fuerte en verano, que en invierno, también había que tener en cuenta si los ingredientes los utilizaste en días pasados o si habías hecho esa misma comida recientemente. Sí, no era tan sencillo como parecía. Bueno, por lo menos para mí, que me gustaba hacer las comidas, no voy a decir como se deben hacer, pues sería muy presuntuoso de mi parte, pero las hacía como yo creía que se debía.
                    Así que me decanté por una sopa casera y un pescado a la plancha. Tampoco me volvía loca, lo mas sencillo y nutritivo. La ensalada que no faltara, eramos seis personas a comer, hice los cálculos y me puse a ello. Una hora y media mas tarde, el almuerzo estaba listo, como no todos comíamos a la misma hora, en la cocina quedaba todo preparado y que cada uno se sirviera según fueran llegando.
                     En casa, no había mas mujer que yo, los demás eran niños u hombres, cuando la madre de todos ellos falleció, tomé el mando sin que nadie me lo pidiera. No me arrepentí nunca, me daba la sensación de que había nacido para ello. Lo mas probable es que hubiera podido tener otra vida, a lo mejor mas intensa, a lo mejor, no, pero la que llevaba actualmente, me llenaba al cien por cien, no quería pedir más al universo.
                         Pero las cosas sin que uno quiera, pueden cambiar y eso fue lo que le pasó a mi forma de vivir. Conocí a un hombre de la manera mas tonta, empatamos y decidimos empezar a salir juntos. Al principio, no supuso ningún problema, según fueron pasando los días y mi familia se vio obligada a hacer las cosas por mí, ahí  fue cuando los conflictos empezaron a surgir. Y,cuando hablé con mi cuñado, explicándole cual era la situación, casi puso el grito en el cielo, no entendía o no quería entender, para cualquiera la historia, estaba clara, pero él sólo veía las dificultades que le ocasionaría.
                            Yo sólo pensé, que a buen entendedor, pocas palabras bastan, le dije que si en algún momento entendía mi situación, que me buscara y me lo dijera, de esa forma, podríamos seguir relacionándonos como familia. Un mes mas tarde vinieron a mi nueva casa, todo fueron disculpas y perdones,  aquella historia, pasó a ser una mas entre tantas.















+++

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hola, gracias por dejar sus comentarios, prometo contestar a todos. Besos, Maca.