Primer punto de vista :
Me mantuvo secuestrada en aquel sótano húmedo y oscuro casi una semana, eso fue lo que me dijeron al rescatarme, pues al no tener noción del tiempo, ni del paso del las horas, los días se juntaron con sus noches y realmente me parecieron años.
El hombre, si he de ser sincera no se portó mal conmigo, me daba de comer tres veces al día e incluso me dejó unos libros para que leyera. Hablar no habló ni una palabra y yo con el miedo que tenía dentro de mí, no me atreví nunca a preguntar nada, sabía que afuera se estaban preocupando por mí y que tarde o temprano habría un desenlace.
Las emociones en esos días fueron sucediendo de extraña manera, en ocasiones y por breves lapsos de tiempo se interponían unas con otras. Al principio el terror y el miedo me impedían hacer cualquier movimiento, pero cuando la rutina de los días me dio a entender que la muerte no parecía estar cercana, hubo instantes de alegría y hasta de euforia entremezclados, después me invadía el llanto al acordarme de los míos, hasta que el sueño aparecía y una paz y un descanso necesario me alejaran por un rato de mi aciaga situación.
Segundo punto de vista :
Los jefes la raptaron como hacían siempre, yo estaba en la cabaña desde el día anterior esperando por "la captura." Mi misión era la misma, dar de comer a la persona capturada y poco más. Ellos me llamaban a diario a un teléfono móvil que me facilitaban y solo dos palabras para saber como iba todo. Podía estar allí dos días, como dos meses.
La chica que está abajo me da un poco de pena, callada y quieta en un rincón del sótano, todavía no conozco su voz. Sé que tiene miedo de mí, es normal, cualquiera lo tendría al verme, mi estatura y mi cara de bandido lo dan. Pero no tengo malos sentimientos, el destino me ha llevado por éste maldito camino del que no animo a nadie a entrar, pero a mis sesenta años, es difícil dar marcha atrás.
Cuando le llevo la comida, salgo pronto porque veo el temblor de sus manos al coger la bandeja, el miedo se nota en su cara. Mañana vendrán a por ella, no sé que pasará, nunca me cuentan nada.
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