miércoles, 27 de julio de 2011

Hijos de la vida.

                                       Jorge y Laura se conocieron en un parque, cada uno con sus respectivos hijos de tres años. Él era viudo y ella madre soltera, el padre del niño nunca quiso saber de él. El amor surgió de forma natural entre ellos, eran afines a muchas cosas y cuando se plantearon el tema de compartir sus vidas, pensaron con satisfacción que sus hijos iban a crecer con un padre y una madre. Los dos eran de naturaleza conservadora e hicieron planes para ellos y sus hijos en un futuro lejano. Se vieron ya mayores, con dos chicos que los cuidarían y se harían cargo de ellos, como lo  hicieron ellos con sus padres.
                        Se casaron y empezaron una relación feliz, sus hijos se adaptaron pronto a la nueva situación, se criaron como hermanos y se consideraban como tales. Fue quizá en la adolescencia cuando empezaron a notarse diferencias. 
                               Los chicos, tenían hasta un cierto parecido físico, al vivir cerca del mar, los dos estaban morenos, eran de pelo claro y ojos oscuros. Jorge, un poco más alto que Carlos, pero éste de complexión más fuerte. Siempre se habían llevado bien, Jorge tenía una personalidad más arrebatadora que Carlos, era más manipulador y comunicativo, el otro lo seguía en todo lo que hacía, pues era algo más retraído, idealista y soñador.
                                Un día, ya siendo hombres hablaron de una manera de ganar dinero fácil. Ninguno estudió carrera para disgusto de los padres y trabajaban en lo que iba saliendo. Como siempre, Jorge terminó embaucando a su hermano, que por no discutir con él, se había convertido en un hombre tímido y apocado, siempre a expensas de las decisiones del otro. Éste, por el contrario se había crecido y era una persona egoísta y agresiva, dominante, perdía el control con facilidad, se metía en peleas que solían terminar en la comisaría, en donde ya era conocido.
                                Los padres comentaban con frecuencia y con dolor, como era posible que los dos que habían sido criados bajo el mismo techo y con los mismos valores, fueran tan distintos. 
                                  Pero los hermanos seguían buscando la manera de conseguir dinero sin trabajar. Y la funesta idea la tuvo, como siempre, Jorge. Robar en algún sitio. Así lo hicieron, eligieron el bar de un amigo pensando que sería más fácil. Como eran torpes e ingenuos, los cogió la policía, a Jorge, por tener antecedentes, lo metieron varios años en prisión, su hermano salió absuelto.
                                     Los padres siguieron durante años, comentando con frecuencia y con dolor lo mal que salieron sus planes iniciales, los chicos no eran lo que ellos habían pensado....
                                       Como dijo un sabio, los hijos e hijas, no son tus hijos, son hijos de la vida....



                            


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