Relato corto. Título: Sólo cuatro renglones. ( 1 capítulo).

                       Desde luego no pensaba levantarme sin escribir cuatro renglones, con eso me conformaba, cuatro renglones de una historia que empezaba pero que nunca vería un final.

                  Empujé la silla como hacía siempre cuando llegaba al tercer o cuarto párrafo, necesitaba un cigarro; releí lo escrito pero no me levanté, ahora no quería moverme porque tenía algo que contar.
                 Llevaba pensando en él desde el día en que lo vi en  la consulta del centro, era sicólogo especialista en dependencias  y yo acudía como voluntaria. En seguida supe que era una persona que arrastraba mucho, aparte de tener su consulta hacía terapias de grupo e impartías charlas formativas al personal. Mi mente empezó a trabajar buscando la forma de poder llevarlo a mi terreno, era una pieza difícil, de esas que estimulaban mi instinto de cazadora.
                     Durante dos semanas me porte como una buena chica, no en vano acababa de empezar el voluntariado y era importante dar una imagen. Mi trabajo consistía en ayudar a las auxiliares a reponer material en los almacenes e incluso ayudaba a las limpiadoras, hacía más de lo que debía y todos empezaban a quererme.
               Fisicamente daba buena imagen, no era demasiado agraciada así que las mujeres no tenían porque envidiar nada de mi, no me consideraban un peligro y para los hombres pasaba desapercibida, no había nada en mi que llamara la atención, no al menos mientras yo no quisiera.