sábado, 18 de junio de 2011

El caso de la mujer asesinada. ( I )

                      El mendigo siguió caminando después de pasar por varios contenedores de la zona, hurgaba en todos y siempre conseguía algo que le parecía de valor, pues una sonrisa desdentada se veía en su rostro oscuro y sucio. Ésta era la última basura que miraría, pues se acercaba la noche y tenía que buscar algún sitio en donde pasarla. Recordó una especie de solar abandonado, no lo conocía mucha gente, a lo mejor podía pasar la noche tranquilo. Empujó la puerta entreabierta y buscó un lugar en medio de la suciedad y los escombros, no había nadie, se sintió  satisfecho, varios cartones secos hicieron de cama y una vez que se instaló, sacó sus tesoros del viejo carrito de compra. Una caja de cartón, que aún no sabía lo que tenía, fue lo primero que abrió, dio un grito al ver su contenido y la  tiró  a lo lejos. Sabiendo que se metería en problemas, recogió sus cosas y aturdido, se marchó.
                                  El detective Marcos, era lo mejorcito que tenían en la comisaría de policía de la zona. Se decía de él, que no dejaba ningún caso sin resolver. Cuando por la mañana lo llamaron para decirle que habían encontrado la cabeza de una mujer en un descampado, acudió con su segundo de a bordo, Carlos, que a pesar de su juventud, ya tenía experiencia en casos de crímenes y asesinatos.
                          Cuando llegaron al solar, ya estaba lleno de gente, los forenses y los CSI, trabajaban con ahínco. Unos cuantos policías se encargaban de poner la típica cinta amarilla, para evitar que nadie accediera. Pasaron bajo una de ellas y se acercaron a el sitio en donde estaba el macabro hallazgo. El detective de guardia, un tal Alfonso, les dio el último parte. No había más trozos de la mujer asesinada, la mataron en otro lugar. El caso no se pudo resolver, dos semanas más tarde, no tenían ninguna pista que seguir.
                               Marcos estaba despistado, no dejó jamás de seguir pistas sobre aquella mujer y un día, terminó encontrando al asesino.
                               

                               

                                 


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