lunes, 24 de enero de 2011

AQUEL DESCONOCIDO.

                          Aquel hombre que recién había conocido, tenía una sensibilidad especial para todo lo que fuera confianza y entendimiento. Me sorprendí la primera vez que hablé con él, de aquella forma de ser tan sumamente delicada y franca. Los días que siguieron, nos comunicamos de forma quizá menos directa, pero aun así, bastante intensa. No supe si lo que había entre ambos era una relación seria, nada de cama, pero no por que a mi no se me apeteciera sino porque el momento no lo había permitido.
                       Pero este día, en el que les hablo, estaba claro que iba a compartir cama con él, la cama o lo que fuera, las circunstancias hasta el momento no nos habían dejado sino llegar hasta donde estábamos, pero a partir de ahora, las cosas iban a cambiar.
                           Y así fue, compartimos cama y lo que se nos ocurrió, pero para mí, fue una sorpresa mayúscula, por que el hombre sensible y delicado en la vida diaria, no lo supo ser en relación con la almohada. Aquella persona que pensé que conocía, se volvió un completo desconocido. Estaba claro, que hay que compartir absolutamente todo, porque nunca se termina de conocer a una persona. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hola, gracias por dejar sus comentarios, prometo contestar a todos. Besos, Maca.