MIRANDO HACIA ATRÁS

              Cogidos de la mano, caminábamos, mientras nuestros pensamientos daban vueltas en torno a nosotros. No queríamos acabar de esa manera nuestra relación, pero no podíamos seguir con este sufrimiento que nos llevaba a la ruina emocional. Cinco años, llevábamos juntos, cinco años en que compartimos todo, vivimos en el mismo piso, no teníamos problema con el dinero, ni en el plano sexual, ni en ningún otro. Pero los celos de ella, estaban terminando por arruinar lo que con tanto esfuerzo habíamos construido. No había forma humana de que entendiera que no había otras mujeres, que todo era imaginación de su mente enferma, que mi forma de ser me impedía ser infiel, por norma, nunca lo sería, y con ella de esa manera, menos. Pero, nada, no entendía las palabras, optamos por que lo mas sensato era seguir cada uno por su lado. 

                 Lo hicimos,con gran dolor por ambas partes, ella se marchó a casa de sus padres, yo me quedé en el piso que había alquilado. Todo me recordaba a ella, no obstante fueron muchos años de convivencia, pero poco a poco, el tiempo fue alejando los recuerdos, hasta hacerlos desaparecer casi por completo. 

                   Cuando mas tranquilo estaba, me acordaba poco de los malos momentos pasados, tuve una visita inesperada. La mejor amiga de mi ex- novia, tocó a mi puerta para decirme lo mal que ella lo estaba pasando, como me echaba de menos y que creía que debía verla, pues estaba a punto de cometer una tontería. 

                 Asentí, porque si podía echarle una mano, lo haría, pero yo, ahora, tenía mi vida organizada, no me iba a implicar en historias pasadas, quería mirar hacia el futuro, el pasado quedaba atrás. Hice lo que pude por ella, le hablé largo y tendido, intenté hacer que entendiera una serie de cosas, se había quedado estancada en el pasado, era complicado volverla al presente, pero poco a poco y con paciencia, se fue dando cuenta de que no daba resultado vivir de esa manera, siempre mirando hacia atrás.