LAS CANTERAS (la playa de mi ciudad)

                    Constituía una auténtica delicia observar a la gente bañándose en el mar. No hacía precisamente hoy, un día soleado, pero el calor imperaba, el cielo se veía blanco, la panza de burro estaba ahí, saludándonos con sus nubes espesas y algodonosas que no dejaban pasar el sol, a pesar que   hacía ímprobos esfuerzos intentándolo. Pero sin resultado, las nubes formaban un ejército bien entrenado y no permitían el paso.

                          Daba igual, la playa de Las Canteras, era una playa de ciudad, la gente no dejaba de ir por unas cuantas nubes, no se dejaba amedrentar por ello. El agua siempre estaba fresca, aunque no fría.

                     Bajé a la playa y paseé a lo largo de la orilla, eran unos ocho o diez kilómetros. Por algunas partes, el agua me mojaba los pies, por otras era fácil evitarlo. Llegando ya al final de la playa, tuve que sortear multitud de rocas, saltaba de una a otra, pues la marea estaba tan baja, que todas las rocas del fondo habían salido a la superficie.
                    Al dar la vuelta, pasé de nuevo por lo que le llaman la playa chica, el mar forma un especie de muro natural, en donde las rocas de muchas y diversas formas, son las protagonistas. Al retirarse la marea, queda una especie de ensenada de arena y parece una playa pequeña.  No pude resistir la tentación de darme un baño en aquella piscina de agua natural, los bancos de peces de pequeño tamaño, eran mis únicos acompañantes. 

                    Seguí el paseo, a lo largo de todo el mar, veía lo que le llaman "la barra" a unos dos kilómetros de la orilla. Hay un muro de rocas naturales que forma eso, una especie de barra, que de alguna forma impide que el mar llegue en toda su furia a la orilla. Al estar la marea baja, la "barra", se ve en todo su esplendor, la gente pasea por sus rocas, también utilizan gafas y bucean, mirando los fondos marinos. 

                   Bueno, esta es la playa de mi ciudad, la que todos visitamos con frecuencia, la que nos gusta y la que queremos incondicionalmente.