sábado, 14 de mayo de 2011

No sabía decir....NO.

                  Congeniar entre nosotros fue bastante complicado y cuando por fin lo conseguimos, él, encontró lo que tiempo después me dijo era el amor de su vida. Yo, creí morirme. Pero como en aquel entonces contaba con dieciseis años de edad, según pensé en la muerte, me sobrevino la vida con nombre de hombre. Sí, porque apareció delante de mí y con un intervalo de uno ó dos meses, un chico que se convirtió en mi amor y mi futuro marido. 
                 Pero supe de él a través de mi vida, porque tiempo después, supe que se había separado y me seguía la pista allá donde fuera. Y así ocurrió según pasaron los años. Durante largos intervalos de tiempo, estuvimos desconectados y de repente, aparecía de nuevo sin ton ni son, contándome como se acordaba de mi y me seguía queriendo. Eran situaciones un tanto absurdas y que yo no terminaba de entender.
                     Tenía una novia a la que no quería, una mujer de la que se separó después de mucho tiempo de una mala convivencia. Poco a poco me fui dando cuenta de cual era su problema, un terrible obstáculo en su vida emocional que lo obligaba a seguir los pasos que los otros le marcaban.                                      Un oscuro impedimento, mi amigo no sabía decir, NO, una palabra que a otros nos parece de lo más sencilla y que no supone un obstáculo en nuestra forma de vida, para él, era el peor de los impedimentos.
                       


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hola, gracias por dejar sus comentarios, prometo contestar a todos. Besos, Maca.