lunes, 17 de enero de 2011

ABSURDA VENGANZA.

                          La actitud de fría indiferencia que su jefe siempre mostró hacia ella, hacía que un tremendo dolor le recorriera todo el cuerpo, un dolor que de tan vivo, la mantenía extenuada buena parte del día, sólo sentía que descansaba un poco cuando llegaba a casa y ya no lo veía. Intentaba que eso no fuera así y si hubiera podido, cambiaría de trabajo, pero tampoco quería dejar de verlo, porque eso significaría otro tipo de dolor. 
                              Decidió que como nunca lo iba a tener de pareja, intentaría conseguirlo como amante.Sabía que eso podía suponer la destrucción del matrimonio de ambos, pero en su ofuscación, todo le daba igual. Sabía incluso, que podía perder su empleo, pero tampoco le importó. Lo que nunca se imaginó, fue que él, se negara a su petición. Y fue lo que pasó. Ella se le sugirió una tarde que se quedaron a hacer horas extras, acababan de terminar, de la manara más natural, se acercó y pegando su cuerpo al de él, le beso. El apartarla y decirle un par de frases un tanto fuertes, fue todo uno, la sorpresa de los dos estaba en el ambiente, ella le pidió disculpas, recogió sus cosas y se marchó. Por el camino a casa, juró vengarse.
                                   Y empezó con llamadas nocturnas a casa de su jefe, cartas de venganza, paquetes anónimos con envíos tremendos. La policía le pinchó el teléfono de su casa, ya tenían datos suficientes, denuncias varias y demás. 
                                Perdió el trabajo, por supuesto y su marido pidió el divorcio. Perdió lo mejor que tenía en la vida, sólo por una absurda, venganza.

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