Salimos con tranquilidad. No había nadie esperándonos afuera y lo sabíamos. Juntos llegamos hacía ya seis años y juntos salimos hoy, el día en que se cumplió nuestra pena. Acudimos a hablar con nuestro tutor de la condicional, no estábamos dispuestos a romper las normas, no queríamos volver a perder la libertad.
El tipo se mostró compasivo y no hizo falta mucha explicación, estaba acostumbrado a sujetos como nosotros, que prometían buen comportamiento, pero que tiempo después delinquían de nuevo. Lo segundo que hicimos fue ir a visitar a nuestras madres, seis años a través de un cristal es demasiado tiempo, necesitábamos abrazos y besos.
Pasamos la noche cada uno en nuestra casa, al día siguiente nos reunimos para hablar del futuro. No sabíamos lo que haríamos, no queríamos volver al trullo, si nos metíamos en cualquier tipo de problema, lo que nos esperaba estaba claro.
Estuvimos varios meses sin saber que hacer vagabundeando de aquí para allá hasta que decidimos después de pedir permiso a nuestro tutor, irnos a trabajar a una región cercana, en donde sabíamos que podíamos conseguir un trabajo.
Estuvimos varios meses sin saber que hacer vagabundeando de aquí para allá hasta que decidimos después de pedir permiso a nuestro tutor, irnos a trabajar a una región cercana, en donde sabíamos que podíamos conseguir un trabajo.
Nos marchamos entusiasmados, llegamos un día mas tarde y dos después ya estábamos trabajando en una compañía de construcción.
Fue esa decisión la que nos salvó de meternos de nuevo en problemas, la mano de alguien estaba ahí para indicarnos el camino correcto.
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