Iré directamente al grano, porque voy a hablar de un tipo de personas que todos hemos topado alguna vez en nuestros trabajos. Son personas que chinchan, por decirlo de manera suave. Si son jefes, entonces apaga la luz y vámonos.
Son los típicos compañeros que llegan a trabajar como si se hubieran tragado el palo de una escoba y uno, con su mejor sonrisa, ! buenos días ! pensando, tendrá problemas en casa, pobre. ! Ilusas, nosotras!.
A estas personas, yo las llamo desafíos que nos pone la vida. DE-SA-FÍ–OS-, con mayúsculas y sin diptongo. Todo lo encuentran mal, y la actitud "zancadilla" forma parte de su ser.
Para ellos no existe el termino "buscar soluciones", pero saben bien el significado de recordatorios como lo que ocurrio "en febrero del año pasado" o "hace cinco minutos" ( algo que no salio bien , indudablemente él no participo ).
Y olvidémonos de una simple sonrisa o una palabra amable. Nos vamos a casa con sus palabras en nuestra cabeza, intentando comprender…más de una persona y después de algunos años, hasta de sicólogo o cambio de departamento.
¿ Nadie ha pensado como serán en sus casas ? ¿No han sentido lástima por sus parejas?
Estos desafíos que nos pone la vida, aún no he podido con ellos, a pesar de haberlo intentado y de dejarme mucho en el camino. El ultimo fue un médico en una consulta, amargó a todas las que pasamos por allí. Yo intenté ser agradable, respetuosa, trabajadora, pasado un tiempo cambié de actitud, distante, estoica, invisible…termine perdiendo los papeles y tirando la toalla y pedí cambio de departamento a gritos.
El estrés me podía, me llevaba a casa a mi atacante, estar siete horas defendiendo lo indefendible, es muy duro.
Creo que para entender a las personas -desafío, necesitare… varias vidas.
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