El error de mi vida.

                         Se me cayó el alma a los pies después de sentir como pensaba. No pude por menos que sentirme totalmente abandonada, los días que pasamos juntos y compartiendo tantas cosas, desaparecieron como por arte de magia. Pero no me importó, porque en cuanto me di cuenta de sus sentimientos, lo que se me ocurrió hacer, fue buscar a otra persona que supliera sus carencias. Y no fue tan difícil como pensé en un principio, en realidad fue bastante sencillo, ya que él siempre me había querido, no de la forma que me hubiera gustado, pero aquello que sentía por mí, era auténtico cariño.
                       Así que de la manera más simple y absurda por mi parte, iniciamos una relación. Cuando me vine a dar cuenta, llevábamos dos años juntos y de repente, el día que me detuve a pensar en ello, lo estaba queriendo. Cierto es que se hacía querer por todos, era amable y generoso, agradable con todo el mundo y coherente en su vida. Pero el amor que sentía por él, no era igual de ardiente e intenso que el que sentí en un pasado, echaba de menos la impetuosidad y la pasión de otros momentos. Y cometí el error de mi vida.
                           Si, porque busqué lo que me pareció en ese instante que estaba necesitando. Pro cuando él se enteró de que había estado con otro, simplemente, me dejó.
                             Hoy día en que soy una mujer mayor, recuerdo con dolor esos momentos, cometí el error de mi vida, es cierto, aun lo veo a veces, por las calles de mi pueblo, en su mirada, siento que jamás podrá perdonarme lo que hice.