INTIMIDAD,AMISTAD, COMPAÑERISMO,CONFIANZA,FAMILIARIDAD...

          Si, eso es lo que pensaba, pero no lo que el tiempo me demostró a través de él. Conocí mucha gente, tanto por mi trabajo, como por mi forma de ser, abierta y extrovertida, intimé con muchos, confié en otros, deposité mi confianza en tanta gente que ya no recuerdo, es cierto que fueron algunos los que me fallaron, sólo algunos, no por unos pocos, voy a dejar de creer en el resto, no, pero es bien cierto, que poco a poco fui perdiendo la ilusión, la fe, esa pizca de fe que tenemos en los humanos y que nos mantiene vivos.  Pero conocí a una persona que me ayudó a recuperar todo lo perdido, pues Virginia, era colaboradora en un centro de ayuda a personas con problemas. De la misma forma que desapareció mi fe en el mundo, la recuperé en cuanto empecé a trabajar con ella.
              Personas con problemas de todo tipo. Droga. Alcohol. Psíquicos. Físicos. Sociales. En fin, se sucedían, el centro que ella dirigía con muy buen acierto, estaba abierto a cualquier tipo de dificultades. Los años en que estuve a su lado fueron para mí, un aprendizaje como no hubiera encontrado nunca, recobré la ocasión de sentir jamás debemos olvidar los problemas que rodean a otros y a los que nosotros podemos ayudar.