Es una verdad como un templo que para que exista un amor realmente libre, debemos estar desapegados del objeto de nuestro amor. Sea hijo, pareja, padres o amigos, a todos hay que dejarles ese espacio que también deseamos para nosotros.
Es triste, cuando el hijo se va de casa, dejar a un padre o madre doloroso y llorando o el amigo que cuando decidimos compartir el tiempo con otro, vemos malas caras. Existen parejas que sólo desean estar juntos para todo, pero hay lo que se llama espacio vital, simplemente momentos en que deseamos estar solos o compartirlos con otros.
No es sencillo para muchas personas entenderlo, esto da lugar a dificultades y complicaciones entre ellos. A veces se deja la piel en el camino intentando hacer un esfuerzo ímprobo para que el otro comprenda cosas que jamás entenderá.
En ocasiones, hay personas con mente más abierta, que terminan aceptando y entendiendo. Descubren que existe otra forma de vivir y se sienten agradecidos a la persona que les ayudó a encontrarla, de alguna manera, saben que estar solos, no significa necesariamente, estar aislados, puesto que a veces, los momentos de soledad simplemente nos ayudan ...a encontrarnos a nosotros mismos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Hola, gracias por dejar sus comentarios, prometo contestar a todos. Besos, Maca.