Su ansia de poder era infinita. Los poros de su piel, la transpiraban y en su sonrisa era difícil de ignorar. Me parecía imposible que el resto del mundo no lo notara. La forma en que buscaba la aprobación con un simple estrechamiento de manos. Si lo que quería lograr era un cheque cuantioso para subvencionar alguna campaña era aun peor, pero en ocasiones así los que lo extendían hablaban el mismo idioma que él, se entendían a la perfección.
Me remontaba entonces a otros tiempos en que una pareja joven e ilusionada construíamos juntos un futuro.
Nuestros caminos fueron por sendas diferentes y en la actualidad, no tenían nada que ver sus pensamientos y los míos. Me producía un intenso dolor, porque el amor seguía existiendo de la misma forma, no había tenido tiempo de perder la fe y el desencanto.
Pensaba que si el paso de los años seguía su curso, en unos más el podría optar por un alto cargo, pero lo mas probable era que yo no estuviera a su lado.
Pensaba que si el paso de los años seguía su curso, en unos más el podría optar por un alto cargo, pero lo mas probable era que yo no estuviera a su lado.
No sabía muy bien que hacer pero el destino se puso de mi lado y aunque no hubiera sido lo deseado al final las cosas salieron bien.
Mi marido se enfermó. Una enfermedad grave y tormentosa lo postró en cama durante casi tres años durante los cuales tuvimos tiempo de recuperar todo lo perdido.
Él retomó su carrera cuando recuperó la salud, pero para entonces ya era otro hombre, por las experiencias recién pasadas y por todo lo hablado durante ese tiempo.
El desenlace fue satisfactorio, él simplemente volvió a ser... la persona de la que me enamoré.
Mi marido se enfermó. Una enfermedad grave y tormentosa lo postró en cama durante casi tres años durante los cuales tuvimos tiempo de recuperar todo lo perdido.
Él retomó su carrera cuando recuperó la salud, pero para entonces ya era otro hombre, por las experiencias recién pasadas y por todo lo hablado durante ese tiempo.
El desenlace fue satisfactorio, él simplemente volvió a ser... la persona de la que me enamoré.
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