El secreto inconfesable de mi querer, se convirtió en una tonalidad irisada en mi boca. Mi boca que es la tuya, así como son tuyos mis ojos y mi cuerpo entero. Nada me pertenece, pues el momento en que sentí mi cuerpo en tu cuerpo, supe que mi vida entera ya no era mía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Hola, gracias por dejar sus comentarios, prometo contestar a todos. Besos, Maca.