Cuando llegué le envié un mail al cual no me contestó, en seguida hice mis deducciones, si no me contesta, es porque está bien entretenido en otro lado. No andaba muy desencaminada, pues al llegar a casa, me pusieron en seguida sobreaviso. Que si tu novio esto, que si tu novio lo otro, vamos, que entre los vecinos, los amigos y los no tan amigos, en poco tiempo me enteré de todas sus andanzas.
Pero él llegó a casa como si no hubiera pasado nada. Hola Carmen, que tal te lo has pasado, como estas, y cosas parecidas salieron de su linda boquita. Yo me mordía la mía. La rabia me podía. Como vivíamos en una ciudad relativamente pequeña, todo se sabía en poco tiempo.
Me acerqué a los jardines por la cual el pueblo tenía fama, un paseo, para despejarme, no me vendría mal. Llevaba ya unos quince minutos caminando, cundo lo vi, lo vi, a mi novio con otra mujer, se besaban apasionadamente debajo de una higuera de gran tamaño, ella le mesaba el pelo y el le tocaba el culo como si fuera lo último que fuera a hacer en su vida. Creí que me desmayaba, pero mantuve el tipo, saqué mi móvil y me puse a hacer fotos como loca, me temblaban las manos, a pesar de eso, creo que al menos hice veinte ó treinta.
Al día siguiente, las colgué en internet, el mensaje que puse debajo decía:
"Este hijo de p... me puso los cuernos, pero yo, lo mandé a tomar por c...".
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