sábado, 15 de enero de 2011

LA PROFESORA.

                      Se quisieron tanto y durante tanto tiempo, que incluso sus propias amigas les decían que esa pareja ya estaba durando demasiado. Se lo decían de broma, claro, pero la broma se convirtió en algo serio cuando Marta conoció a otro chico que medio la enamoró. Y digo medio, porque ni siquiera se enamoró del todo y después de unos meses quiso volver de nuevo con el novio de toda la vida, pero el le dijo que nanay de la china. Ella no se tomó muy mal la negativa, pero el hecho de terminar la relación, supuso para él un atroz fracaso y lo único que se le ocurrió, fue dedicarse a beber y tomar drogas en los bares por la noche. Las amigas lo veíamos cuando íbamos de marcha los fines de semana, siempre borracho o colocado. Nos daba mucha pena, era muy joven.
                        Empezó el nuevo curso escolar y Carlos, el ex- novio de Marta, acudió como todos los años, terminaba sus estudios y el próximo, iría a la  universidad. Se le veía triste y deprimido. Su profesora de Ciencias le estaba ayudando, según le dijo a una amiga común. Pero empezó a sentir un amor prohibido. Lo que sentía por la profesora no estaba permitido, era una mujer mayor y sólo intentaba ofrecerle ayuda. Pero aquella mujer, supo lo que estaba haciendo, recomendó al chico a un centro de rehabilitación, en donde un año mas tarde, reinició el curso, ya no tenía adicciones, ni problemas de ningún tipo, al hablar con nosotros, nos dijo que lo mejor que le podía haber pasado, es conocer a aquella  profesora. 
                            

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