LA NOCHE EN QUE YO NACÍ...

                       La noche en que yo nací y  por circunstanscias de la vida, estábamos viviendo en Granada. Mi madre me dijo que fue una noche de tormenta, hostil y desapacible en donde los ruidos de truenos y relámpagos, no dejaban escuchar sus gritos de dolor. Ella era gitana de pura cepa, como yo le decía una vez que crecí y empecé a estudiar, eres gitana de allende los mares. Ella se reía y me abrazaba, pero no andaba desencaminado, pues el rubio de su pelo, el azul añil de sus ojos y el rostro de aquel color tan claro, iban cantando su procedencia. 

                       No recordaba el momento en que llegó a España, supo por sus padres que vinieron de un país lejano, jamás se le ocurriría averiguar datos que por supuesto no iba a encontrar. Mi madre era inteligente como pocas, leía la mano y echaba las cartas, no se equivocaba jamás, bailaba con un arte que no era fácil de ver, lo llevaba en la sangre, como le decían las viejas del lugar y aparte de eso, era la mejor madre y esposa que se haya conocido.

                        Así que cuando cumplí los veinte años y ya había terminado el bachillerato, mi madre me llevó aparte y me dijo que la noche en que yo nací, una gitana vieja predijo grandes cosas para mí, ella quería que yo fuera a la universidad y estudiara una carrera, porque sabía que mi futuro estaba ahí.

                        Me quedé de piedra, no imaginaba esos planes, vivíamos de una forma distinta al resto del mundo, nunca pensé en escuchar esas palabras de su boca. Pero le hice caso y me marché a estudiar medicina, era lo que mas me atraía.

                       La idea fue un desastre, me junté con varios indeseables y me dediqué a la mala vida, tres meses más tarde, llamaron a mi madre porque había tenido un accidente en un coche robado. Estuve en coma mucho tiempo, la cara de mi madre junto a la mía diciéndome, si tu te vas me voy contigo.  

                      Y me fuí, y ella conmigo, la noche en que yo nací, aquella gitana vieja, no se equivocó, predijo grandes cosas para mí, quizá, una muerte temprana.