domingo, 24 de abril de 2011

Mi marido, ese desconocido.

Me impactó recibir su mirada, me di cuenta que me tenía que decir algo que sería vital en nuestra relación, los pensamientos se me agolparon en la mente intentando descifrar con rapidez lo que sería, ponerme delante suyo, tener alguna ventaja, pero no pude, porque hasta ayer, no pasó nada fuera de lo común. 
                    Se acercó lentamente a la cocina, lo sentí servirse una copa de vino, blanco, bien frío, era como le gustaba, cuando volvió, me dijo, voy a darme una ducha, ahora hablamos. Subió despacio la escalera hacia los dormitorios y me dejó abajo, con mis pensamientos, creo que hasta me estaba empezando a doler la cabeza del estrés, decidí que o me tomaba un ansiolítico o una copa y opté por lo último, un wisky solo con hielo, me sentaría bien.
                       Nunca fui demasiado activa en la cama, quizá echaba de menos una mujer más inspirada que yo. En ocasiones también me había echado en cara el que fuera tan desordenada, que me ocupara tan poco de la casa y que pasara tantas horas en el trabajo. Pero no se, no me parecía que fuera suficiente motivo para terminar una relación de casi diez años, teníamos dos hijos, una familia.
                        Entonces se me ocurrió que podría haberse enamorado de otra mujer, claro, que tonta, seguro que era eso, había otra en su vida. Pero Carlos estaba siempre en casa, no hacía otra cosa que trabajar y estar con nosotros, no se que momento tendría para estar con su amante, dios, me dolía el pecho, no podía ni respirar bien. 
                            Me estaba sirviendo otro wisky, cuando lo sentí bajar las escaleras, envuelto en el albornoz azul que le regalé en Navidades. Ahora sonreía, que cabrón, seguro que lo hacía para suavizar la situación, pues no pensaba ponérselo fácil. 
                                Se sentó ante mí y me miró con calidez, me dieron ganas de matarlo, entonces me dijo que la semana que viene, claro pensé en seguida, es cuando se quiere largar de casa, me mordí la lengua esperando el desenlace, hacemos diez años de casados....¿que tal si nos vamos juntos tu y yo a París de segunda luna de miel?........
                             

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hola, gracias por dejar sus comentarios, prometo contestar a todos. Besos, Maca.