Me sorprendí de repente cuando me miró y me sentí mal de alguna forma. No es que quisiera sentirme así, pero lo hice sin darme cuenta.
Es algo que hay que tener en cuenta el como nos influye como los demás piensan de nosotros. De alguna forma, esperamos que los otros nos vean maravillosos y perfectos, seres algo especiales, pero es imposible, de alguna forma nos involucramos en la historia de los demás y dejamos de lado la nuestra. La realidad tiene diferentes dimensiones, si vivimos las de otros, perdemos nuestra paz y tranquilidad. Sólo nosotros somos creadores de nuestra propia historia.
El poder de influir es muy fuerte, puede ser positivo en muchas ocasiones, compartiendo, escuchando, etc., en estos momentos fluye una energía que nos hace sentir bien. No así en otras situaciones, en las que todo es tan siniestro y terrible que casi desearíamos que no hubiera comenzado.
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