![]() |
Ya hacía varios días en que me estaba encontrando mejor. Me sentía algo así, como más yo. Una dosis de adrenalina había entrado en mi cuerpo sin pedir permiso y desde primeras horas de la mañana, me puse en marcha. Me asusté un poco de mi nuevo estado, pasados unos cuantos días y viendo que la situación no cambiaba, empecé a disfrutar de ella. Pero claro, todo lleva un proceso y una semana más tarde me dije a mi misma: ¿ cuanto tiempo durará esta sensación ?. La dosis de corticoides seguía en mi cuerpo dos semanas después, ya el miedo me invadía, intentaba relajarme y no estar tan acelerada. Pero era algo casi imposible. El acelere formaba parte de mi ser. No encontraba la manera de estar un poco más tranquila. Era algo así entre feliz y activa, era una especie de deleite que me embargaba a todas horas, pero que casualmente, no me dejaba estar en paz. Sentía una especie de entusiasmo que se iba apoderando poco a poco de todo mi ser y en algunos momentos, en instantes muy reducidos, me llegaba a sentir hasta casi, casi, como si todo esto, en vez de pertenecerme, fuera algo de una ausencia tal, que de alguna forma, pareciera un sueño. |
jueves, 24 de febrero de 2011
UNA NATURAL DOSIS DE ADRENALINA.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Hola, gracias por dejar sus comentarios, prometo contestar a todos. Besos, Maca.