sábado, 4 de diciembre de 2010

LA CITA A CIEGAS

                      Seis desconocidos alrededor de una mesa, compartiendo comida y bebida. Alcohol y droga. No faltaba de nada en aquella reunión. Mas bien diríamos que sobraban muchas cosas. No parecía que opinaban de aquella forma los participantes, se los veía entregados y satisfechos. Jóvenes de entre treinta y cuarenta años. Cita a ciegas. Con sexo o sin él, eso ya era decisión de lo que a cada uno  le apeteciera. 
                      Tres de la mañana, la noche iba subiendo de intensidad y calor, conversaciones, música y risas con o sin sentido. Se formaron parejas, algunas con ropa, otras, sin ella. El pudor y el recato, no existía. La osadía y el atrevimiento formaba parte de todos.
                    A veces, pasa que en estos casos, se actúa como menos se piensa. La joven, tímida y prudente, se vio de repente abocada al sexo mas erótico y lascivo. El hombre mayor que parecía tan sesudo y cabal, se notó que de eso nada, pues al poco que pudo, se lanzó de manera estrepitosa a la mujer rubia y muy maquillada, que lo recibió con los brazos abiertos. El chico que de por sí era tremendamente discreto y lacónico, esa noche, se había convertido en el amante mas lujurioso y sensual. 
                      Y así transcurrió la noche, a la mañana siguiente, se despertaron, cada uno tenía que volver a sus casas. Se saludaron, mientras se arreglaban, el problema, era..... que nadie se acordaba de lo sucedido la noche anterior. 

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