No supe lo que era amar hasta que lo conocí, tampoco supe lo que era dejar de amar hasta que él lo decidió.
Él lo decidió, pero a partir de ese entonces, aprendí con rapidez a querer y a como dejar de hacerlo. Al principio fue un tanto costoso, pero según pasaron varias parejas por mi vida, me convertí en una experta. Rompía corazones de la misma forma que me lo rompieron un vez a mí.
Así pasé muchos años de mi vida, acumulando rencor y rabia, olvidando lo que significaba generosidad para con los otros, amargándome la vida y entristeciendo la de mucha gente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Hola, gracias por dejar sus comentarios, prometo contestar a todos. Besos, Maca.