Me miré al espejo y me encontré atractiva. Dicen que no hay que serlo sino parecerlo. Ese es mi caso.
El tiempo me ha echado años encima, muchos y ...eso se nota.
Recordé cuando joven que sólo deseaba ser mayor para poder ir con tranquilidad por la calle, odiaba las miradas obscenas y las voces de los "tíos" de los andamios, el boom inmobiliario estaba en pleno apogeo, los andamios estaban en todas las esquinas.
Me horrorizaba el momento de tener que pasar ante un grupo de obreros y escuchar comentarios sobre sexo y proposiciones indecentes. Supongo que ahora se escucharán menos.
Pero si era agradable el momento que la sociedad vivía entonces. No había paro ni desempleados, todo el mundo tenía su puesto de trabajo. Era el inicio de una joven democracia y la ilusión política se palpaba en la calle. Después de tantos años de sistema dictatorial, se aspiraba a ser un poco más libres.
Pero no se aprendió bien la lección, quizá por la falta de experiencia o porque los de arriba no lo pretendieron nunca, a más silencio y falta de claridad mejor "nos manejamos entre nosotros". Hoy día sabemos que esa fue su máxima.
Echo de menos aquellos tiempos con ilusiones futuras y ¿por qué no?...también a los obreros de los andamios...
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