¿Ricos o pobres?

                                  En estos días he leído un libro en el que el autor habla de como tener abundancia en tu vida. Yo tendría que cambiar pautas y directrices que me enseñaron en mi infancia. Para mí, el dinero no es importante, solo lo quiero para pagar deudas y comer bien. Si sobra, es posible que me dé la satisfacción de comprarme algo y si no, pues paso.

                                  El escritor habla de dos tipos de mentalidades, la del rico y la del pobre y de la  importancia de  cambiar actitudes. 

                                    Él dice que las personas que tienen dinero, son arriesgadas y emprendedoras. Claro, que los que no tenemos sino un sueldo mensual, no queremos arriesgar nada, pues existe la posibilidad de quedarnos hasta sin eso. 

                                   Pero si es cierto que hay personas que desde muy jóvenes deciden que para estar bien quieren formar empresas con muchos trabajadores a su cargo y grandes responsabilidades. Por supuesto, eso significa dinero para ellos. Pero son felices con esa manera de vida, trabajar de sol a sol hasta conseguir lo que quieren. La idea, es que una vez conseguidos los objetivos, parar y empezar a disfrutar del descanso.
                               Los que vivimos de un sueldo, tenemos otra forma de ver la vida. Con llegar a final de mes, nos sentimos felices.
                                    Pero según dice el autor de este libro, eso es una mente mediocre y que nunca llegará a nada. Es cierto, yo particularmente nunca he tenido dinero porque pienso que me las tengo que arreglar con mi sueldo. Me tiene que dar para llegar a fin de mes. Y ahí se acaba el problema.
                                      Pero lo que está claro es que hay que cambiar ese tipo de pensamiento. Quiero tener más, quiero vivir mejor e incluso ayudar a mucha gente dándoles trabajo. ¿Porque no podemos decir o pensar que queremos abundancia en nuestras vidas?.
                                Es complicado ver las cosas de otra manera, decidir ser ricos en vez de pobres y vivir con desahogo.