lunes, 17 de enero de 2011

LA COTILLA.

                Con las dos manos, tiré con fuerza de la albahaca, que ya seca, las raíces afianzadas a la tierra, se negaba a desprenderse de ella. Lo conseguí después de varios intentos, en el hueco que dejó y después de remover la tierra, planté una maceta con una flor cuyo nombre no me sabía, pero que tenía unos colores con unos pigmentos tan naturales, que pensé que en aquella zona, quedarían perfectos. Así me pasé buena parte de la mañana, en el jardín que estaba en las afueras de mi casa, removiendo y plantando, de paso me enteraba de todo lo que hacían los vecinos.
                 Si, era un poco cotilla, no lo podía remediar, tampoco es que fuera tan mayor, pero a pesar de eso, me encantaba enterarme de todo lo que le pasaba a la gente de mi vecindario. Vivíamos en casas de  pequeños chalecitos, no adosados, ya que todas tenían jardines alrededor, era una enorme urbanización muy agradable, pues las calles amplias y algunas parcelas eran duplex. 
                   Mis vecinos eran muy buena gente, nos ayudábamos cuando lo necesitábamos y no teníamos ningún problema unos con otros. Pero los de enfrente de mi casa, que eran recién llegados, no los conocía, empecé a descubrir cosas extrañas en su manera de comportarse y decidí, esa noche, darme una vuelta por su ventana a ver que descubría.
                            Y descubrí. Mis vecinos, estaban allí, sentados viendo la tele, eran dos chicos, pero a su lado había una joven, que no me parecía que estuviera muy a gusto. Lo pensé, porque me dio la impresión de estar como medio drogada. Yo, miraba por la ventana con sumo cuidado, los chicos se movían, pero ella, no. Decidí esperar al día siguiente para tomar la decisión de llamar o no, a la policía, vi salir de nuevo a los muchachos y no a la chica, así que llamé. 
                             Bueno, al final resultó que la chica estaba dormida, me llamaron cotilla y metomentodo, me dijeron que me ocupara de mi jardín y de hacer galletas, no se porque se les ocurrió decirme tamaña ...barbaridad.


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